En este mundo digitalizado, con acceso democratizado a las aplicaciones, la información,
las tendencias, con un público cada vez más crítico y que convive a diario con el diseño y la imagen,
proponemos volver a la esencia de la cultura del proyecto y dinámicas de trabajo basadas en el Design
Thinking, como base imprescindible para desarrollar cualquier propuesta.
Hoy más que nunca, el diseño necesita identificarse, sobresalir y demarcar su territorio profesional
y comprometido, hoy más que nunca, volver al buen diseño es esencial, retomar el pensamiento frente
a la aplicación, retomar la mano frente al ratón, el lápiz frente a la herramienta pincel.
Apostamos por procesos de diseño artesanales y pensados, rescatamos la figura del diseñador que observa,
piensa, analiza y propone, que sabe de tendencias pero no las profesa desde la fe, que sabe de lo digital
pero sigue diseñando al ritmo de latidos.