La propia evolución de la compañía pedía una revisión de algunos temas relativos a su territorio de marca.

Dentro de esa revisión, se quiso dar un papel central a los valores.

Los valores de una marca son algo esencial en el vivir de la compañía y sus trabajadores, de alguna manera, ellos deben encarnar

esa identidad, así que se decidió que participasen desde el primer momento, en la construcción y definición de esos valores.

Se trabajó en varios talleres con grupos diferentes, con gente de todas las áreas de la compañía, compartiendo así todas las visiones

y forma de entender la marca.

Una vez definido el grupo de nuevos valores, su forma de expresarlos y lo que significaba cada uno de ellos al interior de la compañía,

se desarrollaron varios talleres para socializarlos y asegurarnos de que todo el mundo los entendía e interiorizaba de la misma manera,

alineando así todos los equipos con esta nueva visión corporativa.